En el siglo XXI los avances tecnológicos a pasos agigantados en productos electrónicos lograron colmar los hogares al rededor del mundo con una infinidad de artefactos que tienen muchos usos diferentes. En los últimos doce años las personas han experimentado todo tipo de renovaciones, actualizaciones y lanzamientos de nuevos inventos que cambiaron por completo la vida diaria en algunos casos haciéndola mas llevadera y cómoda.
Sin embargo la realidad por la otra cara de la moneda es otra. Mientras compramos y desechamos tecnología nunca nos preocupamos por la naturaleza la cual lleva la peor parte en todo este asunto del boom tecnológico mundial y tristemente el atropello no acaba ahí, cada día secamos el planeta en busca de mas energía que pueda suplir todas nuestras baterías desde la nevera hasta el iPod.
El proceso de fabricación de un aparato electrónico de última generación empieza buscando las materias primas para poder desarrollarlo. Los plásticos, metales y químicos pesados como el mercurio y el litio están siempre presentes y son indispensables en el proceso de producción.
Cada segundo el mundo consume 156.400 litros de petróleo crudo para abastecer la demanda creciente. Aproximadamente un 20% de esta cantidad esta destinada a otros usos que no sean combustibles como por ejemplo aceites de motor, plásticos y pavimento. Las compañías productoras de electrónicos compran la materia prima en este caso el petróleo para poder desarrollar los plásticos que mas tarde se convierten en teclados, pantallas, chips, etc. La gran mayoría de estos plásticos no tienen mucha vida útil porque en los equipos en los que están presentes prontamente serán obsoletos y deberán ser desechados...suena fácil decirlo pero en realidad el hecho que genera estupor es que casi ninguno es biodegradable y tardarán al rededor de cinco mil años en ser "digeridos" por nuestro planeta.
Probablemente el componente mas perjudicial en nuestros aparatos electrónicos son los químicos pesados que se encuentran en las baterías. Casi el 30% de los componentes de las baterías son extremadamente tóxicos como el cadmio, litio, níquel, mercurio y plomo. Solamente existe una manera segura de desechar este tipo de residuos y es depositándolas entre capas y capas de asfalto para que cuando se oxiden no se liberen a la tierra ningún tipo de residuo tóxico y así no contaminar la tierra y el agua de yacimientos naturales o los sembradíos de vegetales y legumbres.
En conclusión todo el proceso de producción de tecnología afecta a la naturaleza en formas que uno ni siquiera se imagina desde la obtención de materias primas hasta los procesos en los cuales se desechan sus componentes.
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